viernes, marzo 24, 2006

La ventana del alma

Puedo ver tus ojos cerrados,
mirando internamente la imagen del placer.

Puedo recordar tus cejas contraídas,
buscando como brazos abiertos abrazar algo que quieres mucho.

Puedo sentir tus caderas sobre las mías,
moviéndose sinuosamente. Lentamente. Repetitivamente.

Puedo sentir tu calor, tu peso y tu presencia.
Puedo recordar tu voz y todo lo que en tí amaba.

Puedo recordar tu voz y todo lo que dijiste.
Puedo sentir el dolor que causan las palabras
y volver a sentir el recuerdo de algo que ya no importa.

Puedo recordarte con cariño, con calma.
Te siento cerca y estás tan lejos.

¿Eso eres? ¿Un recuerdo que camina conmigo?
¿Una imagen impresa en mi mente?

La inmortalidad del recuerdo.

Puedes morir y seguirás existiendo en mi cabeza.
Puedes ser inmortal mientras no sepa que has muerto.

Puedes ser increíble, bella y amorosa hasta que te encuentre.
Hasta que recuerde.
Hasta que recuerde.

¿Qué haces y dónde andas?
¿Quiero saberlo?

¿Cómo has estado? Tanto tiempo.
¿Si me pasa algo?
No, nada... bueno.
Es que te veías tan bien en mis recuerdos.

No es que me guste cuando callas, sino cuando te recuerdo.
Me gusta cuando te recuerdo porque no estás como ausente.
Me gusta cuando te recuerdo porque elijo tu forma, tus gestos, tus palabras.

¡Qué momentos!

2 Comments:

At 3:13 p. m., Blogger Emilio said...

¿En que anda don Tepestiping que tanto folosofa?
Buen texto.
Saludos

 
At 10:29 p. m., Blogger Kike said...

Puro pelando el cable. Recordando tiempos preteritos y dándole vuelta a las memorias.

 

Publicar un comentario

<< Home