Papá operado

El lunes pasado mi viejo se despertó con dolor de guata, partió a la clínica con mi madre y sin aviso, advertencia o conversación previa le informaron que tenía apendicitis y que por lo tanto debía operarse.

Se hicieron los exámenes de rigor, confirmaron el tema y lo dejaron hospitalizado.

Entre tanto, yo llamaba por teléfono a mi madre para que me contara qué pasaba y ella, como si fuera lo más normal del mundo me dijo que no me preocupara y que estaba todo bien.

Luego me enteré que con la operación, primero viene la anestecia. Y dado que mi papá fumaba, está con sobre peso y tiene una arritmia, la cosa podía ser más complicada de lo que me contaron.

En fin. Salió todo bien. Mi viejo está ahora sentado en el living jugando Winning Eleven con su play 2. Por lo menos eso lo mantiene "en reposo". Que si no es por eso, ya estaría trabajando, paseando y maquinando temas.

Sobre esto, me llama la atención que no me preocupé tanto. Como que nunca sentí que fuese un problema tan grande o grave. ¿Será de poco aprensivo o de poco sensible? Igual me emociono con algunas cosas, así que insensible no soy. Espero sea lo primero. Porque claro, luego del año ante pasado, en el que se me murieron abuelos y abuelas, una operación no es nada del otro mundo.

Curarse del espanto le dicen. Yo creo que me espanto mejor curao. :D