domingo, septiembre 25, 2005

Tic tac... el tiempo vuela

Tic tac, el tiempo pasa. Pasa rápido. Demasiado rápido. Ya van más de tres semanas que no escribo. Antes escribía a diario.

La casa, la polola, los planes, el trabajo, los amigos. Ah... y otro juguetito que consume mi tiempo. Aproveché una oferta en Ripley y me compré unos parlantes 5.1 para el DVD. Se escucha espectacular.

No soy particularmente audiófilo. Nunca he escuchado mucha música e incluso cuando vestí el atuendo de esos chicos que escuchan algo, lo hice con ánimos sociales e ideológicos, y no musicales.

Pero en el cine es distinto. La imagen con sonido es mi perdición. Qué delicia escuchar el Retorno del Rey con parlantes 5.1.

Tic tac, el tiempo vuela. Llego a casa de noche, prácticamente a acostarme. Recuerdo esos días en que decía a otros que escribiaran algo para desenfocados y no entendía cómo no podían tener algo de tiempo.

Me trago mis palabras. Escupí al cielo y lo recibí de vuelta. Estoy en las mismas.

Tuve dos semanas de vacaciones en el diplomado y parece que no existieron. Lo peor de todo es que durante esas dos semanas poco y nada avancé en un trabajo que tenía pendiente. Pero ya hay algo armado y espero que podamos terminarlo luego.

Hoy es domingo, mañana toca pega y clases. Día crítico. Espero poder llegar a la cama y dormir normalmente.

Quiero que se termine el diplomado. Que acabe luego.

Pero bien, ya es octubre y han pasado dos trimestres del diplomado. Sólo queda el tercero. Y cómo se titula este posteo... tic tac... el tiempo vuela.

martes, septiembre 06, 2005

Revisión de los treinta y mil...

Tengo treintitantos... Treita y dos. Para ser precisos. En noviembre cumplo los treita y tres. Y si las cosas siguen bien, no habré conquistado el mundo, no hebré escrito ninguna novela famosa y tampoco tratados filosóficos. Para qué hablar de compendios poéticos malditos.

En cambio, habré logrado seguir vivo. A tu edad, Alejandro Magno había conquistado el mundo. Claro, y murió poquito después de eso. ¿Jubilación? Ni soñarlo.

En fin. Esto de llegar a "la edad de Cristo" tiene sus pasos obligatorios. Una especie de Check List que hay que comenzar a tarjar, sí o sí.

Primero, me tocó ir al médico y hacerme un exámen de sangre, luego un test de esfuerzo. Resultó que para "mi edad" y mi condición física estaba bien. Ticket de bueno.

El problema es que estoy pasado de peso (no necesitaba ir al médico para que me lo dijeran) y tengo que dejar de comer grasas saturadas, carbohidratos de digestión rápida y esas cosas.

Y mientras más lo pienso, más ganas de dan de comer unas papas fritas harto ketchup.

En fin. Siguiendo por este calvario de la salud, que hasta ahora ha salido sin novedad en el frente (nock!, nock!, nock!) tuve hoy una sesión con el dentista.

Luego de unas radiografías logré descartar otro tema. No tengo caries. Ticket de bueno.

Si tengo, como todo fumador o ex fumador, los dientes tiznados de amarillo oscuro. Color alquitrán o algo así. O tenía. Me pusieron una pistola de ultrasonido o no se qué y me sacaron hasta ahora las manchas de la dentadura inferior. Me quedan dos sesiones para terminar con el cuento y cerrar el capítulo.

No sé qué me falte. Supongo que algunas otras cosas. Ya veré en el camino cuales.

Mejor prevenir que lamentar dicen...

Y a propósito, me voy a prevenir una mala nota. Mejor estudio porque mañana hay prueba.