lunes, mayo 23, 2005

Drogado

Caigo a mi cama con una sensación de placer familiar. Una sensación de bienestar y sopor que acojo sin culpas. La sonrisa no se me va de la boca. Podría dormir toda la tarde sin preocuparme mucho. Tengo frazada de polar y estufa. El frío no es problema.

Curioso como el cerebro reacciona al placer, a la droga. Curioso. Y quién lo diría. El sábado fui a ver Episodio III a las 11 de la mañana. Tuve que esperar hasta las 12:30 en el cine, porque a esa hora era la función en Inglés.

Me pareció inadecuado de cierto modo esperar tanto rato, levantarse temprano y todo eso y a demás estar pagando una entrada, estar pagando por un servicio. Encontré que si uno paga, debieran garantizarle algo. Debieran garantizarte un puesto como la gente. Un tiempo de espera. No sé... algo.

Igual la espera valió la pena. Episodio 3 es lo que debió haber sido Episodio 1. Es la mejor de las tres precuelas y es, creo yo, el nivel de piso que debió haber fijado lucas al lanzarse nuevamente al mundo de la dirección y el universo Star Wars.

Hay, indudablemente, algunas escenas que sobran, que están a la fuerza y que definitivamente merecen una mejor explicación y desarrollo, pero luego de los bodrios de Episodio 1 y 2, como que uno acepta estas cosas "no tan malas" como un verdadero regalo del cielo.

Y de ahí vino la droga. Eran las 3 de la tarde cuando salimos con mi polola del cine. Estabamos cagados de hambre y quisimos ir a uno de esos "must do" de Chile. Esos panoramas que si no experimentas te hacen menos chileno. Fuimos a comer Hot Dog al Dominó.

Porque vamos, no eres totalmente chileno si no te has comido un Hot Dog en el Dominó o un Lomito en la Fuente Alemana.

El problema es que de ahí, de puro adictos, pedimos un plato de comida china en el Pagoda. Fue un plato compartido, pero igual fue mucho. Cuando llegamos a la casa, teníamos las endorfinas a mil y esa sensación de bienestar y felicidad.

Ahí comprendí a los sibaritas. Esos que comían, comían, vomitaban y seguían comiendo. Hay cierto placer adictivo en la comida. Algo que produce un placer que no siempre está ahí y que definitivamente no debiera buscarse con frecuencia.

Comer es un placer, pero como todo placer, en exceso puede ser dañino. La obesidad es una enfermedad tan peligrosa como la adicción al alcohol o las drogas pero, mucho menos discreta visualmente hablando.

Como sea, ese día, luego de Episodio III y el festín sibarítico dormí a pata suelta toda la tarde. Excelente día. Aunque definitivamente no sería saludable repetirlo muy seguido.

5 Comments:

At 4:51 p. m., Blogger Clo Aravena said...

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At 6:38 a. m., Anonymous Anónimo said...

Mi sola opinion sobre la guerra de las galaxias tres:
Si el joven anakin no da la talla en la segunda precuela, pues en esta tercera lo unico con que él no desentona es con el "novedoso" traje de Darth Vader (les juro que aluciné con lo atemporal que se veia el traje despues de tanta parafernalia tecnológica. Creo que tenía en su "panel de control" del pecho hasta un ON y un OFF). Pa mearse de la risa. Definitivamente la primera precuela es mi preferida.

En resumen, y a pesar de lo anterior, la peli me gusto. Y de comidas post-cine nada. Claro, yo la fuí a ver un lunes, despues del curro y cuando terminó la función a eso de las 22:30, lo único que queríamos era llegar a casita y tomarnos una leche con chocolate. Esas guevaditas que uno engulle como pa sentirse arropadito por dentro y dormir plácidamente sin estar obligado a dormir con la guata llena, o sea, de lado.

 
At 9:02 a. m., Blogger Kike said...

Jajaja... igual es distinto comer mucho en la noche. Ahí me desvelo. Raro no? En la tarde duermo de lo lindo pero si como de noche me desvelo.

 
At 9:50 a. m., Anonymous Anónimo said...

alguna explicación científica habrá. Lo que es yo, tengo prohibidas las comilonas, y pa que decirte los restaurantes. Pasé una epoca donde comía lo que me pusieran (las chorrillanas, mi pasión y los completos del "valle de oro?" esquina alameda con portugal, se llama así? no me acuerdo bien) y de ahi mis chorrocientos cuarenta y ocho kilos demás. No paso de nuevo por eso nica.... y una ya no esta en edá pa inflar o desinflar la tripa a destajo. mejor manejarla ligerita. Y claro que es rico comer, pero quedar chato es muy incomodo

PD: lo de las faldas mola un montón. tengo la misma opinión que tú. Yo veo a un tío con faldas y ni te explico

 
At 12:51 p. m., Blogger Kike said...

Habrá que hacer un experimento y ponerse falda un día. Yo creo que lo que pasa es que quedan las cosas "más a mano".

 

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