lunes, marzo 07, 2005

Recuentos

Ya llevo dos meses y siete días sin fumar. Un verdadero logro. Pero por ahí acecha el fantasma del vicio, que a ratos me llama y coquetón me mueve el hombro para que me rinda al placer. Más que eso, llevo también una semana y media trotando. Cerca de 10 días diría yo. Las piernas me duelen ahí donde nunca había tenido músculo y mi madre, que como ella hay una sola, me recuerda que de chico le hacía el quite al trote.

- Cuando pequeño me acuerdo que en tu colegio pasaba el grupo de los que trotan en 3 tandas. Primero, los del grupo principal, que iban todos relativamente parejos. Luego los rezagados y después tú.

Y esa ha sido una constante, porque de lo que recuerdo, incluso aquellas tardes en que nos enviaban al San Ignacio de El Bosque y nos tocaba trotar por una suerte de cancha olímpica, incluso entonces sacaba la vuelta y llegaba si no último, inclasificado.

Seguro tengo atrofia muscular por ahí, pero poco a poco, iré mejorando. Como reza el adagio, hasta el viaje más largo comienza con un sólo paso.

Otra estadística. Hace como un mes y medio que no juego a nada. Ni juegos de mesa, ni juegos de video, ni Gameboy o PC. He estado absolutamente absorto en el computador, editando imagenes, aprendiendo a montar páginas en php e intentando encontrar una pega rezagada a la que hincarle los dientes cual cazador felino. Y si no es eso, veo películas. Hay que mantener el ojo en movimiento para no perder la costumbre.

Y para reporte final, ayer vi Constantine, la película. Y aunque no me pareció particularmente creativa o buena, si me llamó la atención la temática y el personaje al punto de que me dieron ganas de leer Hellblazer. Pero eso será luego, porque por ahora todavía tengo que terminar La Sombra del Viento, de Carlos Ruiz Zafon y luego una historia de la filosofía a la que hace rato le tengo hechado el ojo.

2 Comments:

At 3:42 p. m., Anonymous Anónimo said...

Dejar de fumar en u pais como Chile donde hasta las guaguas fuman, no es fácil.
llevo 71 dias sin fumar y 15 sin chocolates...pero todavia no empiezo a trotar. No tuviste síntomas de abstinencia? eso fue lo peorrrr para mi: no podia domir, me dolía la cabeza y sólo pensaba en fumar. Pero mascar nicorettes ayuda. Un poco. Suerte!

 
At 11:49 a. m., Blogger Kike said...

La verdad es que no se. Estaba preocupado por no ponerme idiota (cosa que casi siempre pasa) y por evitar cambios en mi estado de ánimo. Síntomas de privación si tuve. Me daban ene ganas de fumar y tal, pero a pura voluntad y gracias al apoyo de dejar de fumar en conjunto con otra persona pude hacerlo. Es complicado el tema, pero una vez que asumes que eres tu el que debe tener el control y no un montón de humo, van cambiando las cosas, sobre todo si sabes que la nicotina no es tan adictiva. Lo adictivo es la costumbre, el placer y esas cosas que van más por el lado psicológico.

 

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