miércoles, marzo 02, 2005

Sin Micros en La Bandera

Insólito. Absurdo. Totalmente falto de razón. Lagos reclama sobre el supuesto conocimiento de parlamentarios de derecha de las atrocidades cometidas durante la dictadura militar. Lavín le cierra el ojo e intenta acallarlo utilizando un argumento certero, pero no por eso menos falaz, él dice que si es por eso, Lagos como Ministro de Obras Públicas también tiene que haber sabido de la corrupción y las deficiencias de su ministerio durante su período como encargado.

Y claro, que no lo admita es otra cosa. Casi como que, en un intento por abandonar su Milhouseismo extremo, Lavín se saca las gafas y aparta la cara de ñoño para dirigirse seriamente al país y decir, a ver Señor Presidente, esperesé. ¿Qué viene a levantar la voz usted, so pedazo de ñoño de pecho, por no decir niño?

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Lavín a parte, el hecho es que Lagos tiene razón. En Chile se cometieron atrocidades y muchos hicieron la vista gorda. Pero no por eso deja de ser menos cierto que todavía se cometen delitos a nivel de gobierno y todavía se hace la vista gorda, o el bolsillo gordo en la mayoría de los casos.

¿Qué tiene que ver todo esto con La Banderas? Pues la población en cuestión no tiene micros. O sea, retiraron del parque automotriz 800 vehículos de la locomoción colectiva y dió la casualidad que todas las máquinas que pasaban por la Población La Bandera, estaban en mal estado.

Obviamente, el gobierno cumple con su papel fiscalizador y detiene los vehículos. El empresario privado, responsable de restituír las máquinas para el recorrido no hace nada y decide guardarse los pesitos hasta 5 meses más, porque ahí se va a tener que gastar la plata en nuevas máquinas para el tema del plan transantiago.

Y qué pasa con la gente que vive en La Bandera? Pico pa ellos. ¿Cuántos votos son? ¿500? ¿1000? ¿Cuantos de derecha y cuántos de izquierda? ¿Qué hacen reclamando al gobierno por una falta que a todas luces es del empresario privado? Truculencias.

Yo me pregunto por qué no hay un programa de denuncias averiguando las conexiones económicas de los políticos con las empresas y las leyes aprobadas. Con los políticos y las conseciones entregadas.

¿Por qué se le entrega una conseción a una empresa que ha demostrado una y otra vez fallar? No basta que sean los más baratos. No puede bastar.

¿Por qué se distribuyen líneas del transporte público a mafiosos organizados que ante el primer cambio de luces votan por hacer un paro y detener Santiago?

¿Por qué no funcionan los cobradores automáticos en las micros, si son obligatorios?

Pues la respuesta es la misma para todos. Porque un chancho se está llenando las manos a escondidas. A esas escondidas que muchos saben pero que nadie publica.

Uf... tantas aristas que tiene el tema. Y si empiezo con los medios de comunicación y el hecho de que en su mayoría sean propiedad del sector conservador chileno, tenemos para otros 20 párrafos.

Lo único que me queda claro de todo esto es que Lavin es igual a Milhouse. Nada que ver con el tema, pero muy cierto.