Un poco de Banalidad por favor

Lo llevo dentro. Casi exploto. Recién se publicó en Desenfocados una nota sobre la más bella de las bellas. La estrella más brillante del firmamento. Una diosa con todas sus letras.

Se llama Monica Potter y la verdad es que está muy, pero muy rica. Curioso como cambian los modelos de belleza y cómo cambian los gustos. Será porque soñar es gratis y no hay compromiso. Uno se puede cambiar de diosa cuando quiere. Total...

Recuerdo en mi infancia que Winona Ryder era una reina. Tenía ese aire inocentón y alternativo que tanto me gustaba. Para qué hablar de sus declaraciones con respecto al sexo rudo.

Después de eso, la siguiente diosa fue Laura Dern. Tenía su onda y con la aparición en Corazón Salvaje como que me dejó marcando ocupado. Otra de las chicas de la época fue Sean Young que entre su aparición en Dune y Blade Runner también me se ganó un lugar en mi corazoncito.

Más recientemente, y tal vez por una cosa retro que va con toda la temática de los monitos animados de antaño, los juegos de video y la nostalgia en general, Helen Hunt me llegó al corazón principalmente (oh qué verguenza) por su parecido a Lisa Hayes, de Robotech. Por el mismo motivo vi con buenos ojos la aparición de una joven Leelee Sobieski en Ojos Bien Cerrados, aunque hubiese salido antes como la estudiante perna en Jamás Besada (de la exquisita Drew Barrymore).

A modo de disculpa, por no notarla entonces, sólo puedo decir que en dicha película estaba embelesado con Drew, que desde El Cantante de Bodas, Jamás Besada, Los Ángeles de Charlie y Las 50 Primeras Citas, que me viene haciendo marcar no sólo ocupado, sino con tono de fax.

Pero ya van muchas vueltas. Yo quiero hablar de Mónica. Monica Potter. Ella es mi nueva diva. Ella no tiene competencia. Ella es rica y punto. Ella es la versión mejorada 8.0 de Julia Roberts y por qué no decirlo, una opción muy superior a Elizabeth Perkins y a Mary-Louise Parker, la estrella de Tomates Verdes Fritos.

Ella la lleva. ¿O no?