miércoles, abril 27, 2005

La Buena Mala Nota

Hace rato que no me ponen nota. Hace rato que no daba una prueba. Es curioso que luego de tanto tiempo un profesor, que ya no es tanto mayor y más sabio que uno, cuantifique tu aprendizaje y tus conocimientos.

Pero la vida es eso al parecer. Ahora en pantalla salen las dos candidatas a la presidencia chilena y están siendo puestas a prueba por periodistas y por la sociedad, que mira las pantallas y evalúa qué responde cada una.

Me saqué un cuatro cinco. Nota claramente baja, que raspa el azul por poco. Pero ante un bombardeo de notas rojas, de incontables tres, el cuatro cinco toma otro matiz. La valoración es claramente otra.

Y sin embargo, yo esperaba un cinco siete. Un seis. Hubiese sido feliz con el siete. Claro, de algún modo sabía que me faltaba para el siete. Queda por lo tanto una sensación amarga. No entiendo el criterio. No se por qué, ese profesor que dijo que había que contestar algo muy parecido a lo que yo puse, me calificó con un cuatro cinco y no con algo menos lejano a la nota máxima.

Sé que no puse exáctamente lo que dijo, pero también sé, o al menos creo, que lo que puse no estaba tan alejado.

Curioso a esta altura ser evaluado, calificado. Sobre todo por alguien que no se aleja tanto de tu horizonte. Como que su autoridad es otra. Su credibilidad es distinta. Y así como el cuatro cinco parece mejor en comparación con el tres, una corrección arbitraria no resulta tan respetable cuando considero que tengo derecho a una nota más alta.

Que lata. Me siento como el mateo perno que reclama porque sacó un 6,9 y quiere un siete. Pero bueno, aquí hay mayor diferencia entre lo deseado y lo obtenido.

¿Qué se siente que te pongan mala nota cuando llevas años trabajando en la materia que estudias?

Fuerte creo. No sé. No trabajo en comunicación corporativa. Pero estoy seguro que algunos compañeros se sentirán profundamente cuestionados. A ellos, permítanme decirles "my ass" encantado cambio la buena nota por una mala trabajando en un departamento de comunicación corporativa.

Las clases y las notas son teoría. El mundo requiere experiencia y práctica. Los avisos laborales piden experiencia mínima y no nota.

Ya... mucho con la nota. Ahora a ver a las presidentas. ¿Es idea mía o Alvear es como gallina clueca? Me la imagino haciendo cluaaaaac.

5 Comments:

At 10:22 a. m., Blogger Emilio said...

Un cuatro siempre fue una buena nota. Salvadora. Un engendro de esperanza para quienes estudian poco, guevean mucho y llegan en el carerrajismo a rendir una prueba. Está claro que este no fue tu caso y que te esmeraste en lograr esa ansiada nota seis. Sin embargo -y déjame decirte- ese cuatro es un siete para la gran mayoría de 3,5 que inundó el aula. De aquel grupo, es posible diferenciar entre quienes estudiaron y no entendieron, estudiaron y no aplicaron y quienes derechamente tomaron la materia y se durmieron. Se nota en la cara, en la forma de pronunciar, en el olor a trabajo que traen una vez que ingresan a clases.
Finalmente, falta solo un año para que puedas cambiar tu nota por un espacio en la Comunicación Corporativa y explicarles a todos de que se trata la leserita del kioskito...

Un abrazo.

PD: Ta gueno el Blog, ta guena la página, felicitaciones

 
At 10:23 a. m., Blogger Emilio said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

 
At 12:00 p. m., Blogger eduardo drouillas said...

Oye te recuerdo que para tí nunca, es decir, casí nunca superado el colegio obvio, la nota ha sido algo menor. Pero eso tiene que ver contigo, básicamente porque tienes ese "don" que te involucra con las cosas, sobre todo con el aprender, de un modo casi existencial. Ahora, los profes también hacen su pega y por lo general no son la gran cosa.

 
At 12:09 p. m., Blogger Kike said...

EDOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!

 
At 1:07 p. m., Blogger eduardo drouillas said...

kikeeeeeee!!!!!!!!

 

Publicar un comentario

<< Home