domingo, abril 03, 2005

Fantasmas del Pasado

Uf. El pasado viernes fue extraño. Andaba en el recital de Placebo. Dando vueltas y pensando en lo bizarro que era todo. Como sacado de mi pasado. Como una escena montada y sacada de aquellos tiempos en que era dark y salía a las fiestas Spandex.

Chicos de negro, gente con pinta gótica en pintas brit alterativas e intelectualoides. Pero ahora eran masa y estaban en un evento masivo. Choro. Y ahí, sale de la nada un fantasma. Un amigo, partner y hermano.

El Chini y el Pelao Marco. Dos seres con los que nos vestíamos de negro, nos maquillábamos y salíamos a las calles a sacar de quicio a las viejas pechoñas y a una sociedad que todavía no estaba preparada para adolescentes con labios pintados de rojo furioso.

Por si eso fuese poco, luego fuimos con mi polola a la despedida de un tipo que trabaja en la clínica de ella. Se va. Es enfermero y acaba de terminar psicología, por lo tanto se va a sacar la tesis, hacer consulta y cambiar de rumbo.

Y ahí, llega una chica simpaticona, bonita que me recordaba a alguien. La sonrisa era la misma. Esa gracia y suavidad de una alegría que se siente acogedora.

Era la prima de una ex polola. De "la" ex polola. Esa polola con la que tuve mis primeras experiencias y pensé que sería mía para siempre. Las vueltas de la vida. Cuando me di cuenta que encontraba más atractiva a la prima que a la polola debí haber deducido que no daba para más la cosa. Pero como dicen, los hombres con quien pueden y las mujeres con quien quieren.

El paseo por Avenida Nostalgia siguió un rato. Cuesta olvidar algunas cosas. Algunas historias y, sobre todo, algunos amores. Tres mujeres han marcado mi vida, dos de ellas lo saben (o debieran). Una es la ex. La primera, que de algún modo definió en mi crecimiento lo que podía esperar de una relación de pareja. La segunda es un amor pasajero. Una chica que me dejó por otro, por un ex mayor y más maduro. Y la tercera es mi Barbarita. Mi compañera de ahora, que en un acto de infinita generosidad me tolera, me acepta y me ama a pesar de todo.

¿Pasa el tiempo no? Ya soy grande y hay nuevas generaciones que me dicen "tío". La vida, pasó por ahí y me ha dejado sintiendo que hay algunas cosas que no he explorado. Aunque claro, quedan tantas por delante, tantas cosas que hacer y vivir de cada etapa, que da igual lo que quedó perdido en el pasado.

Excepto claro, los amigos.

1 Comments:

At 1:49 p. m., Anonymous Anónimo said...

El pasado no queda perdido........
lo que eres hoy, es gracias a lo que fuiste, lo que viviste.
No somos el hoy, somos el siempre.
Y muchas veces es bueno recordar y revivir los recuerdos, es bueno tener un cable a tierra

 

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