The I-Pod People

No se por qué. Es algo que me supera. Pero la verdad es que deseo pertenecer al selecto mundo de los I-Pod People. Y la dura, no me lo explico. Ni siquiera escucho tanta música. Tampoco es que me muera por más espacio donde almacenar MP3. De hecho, para lo que importa, con la memoria de 256 que tengo en mi palm y el Pocket Tunes tengo más que suficiente.

Y sin embargo, algo tira. Algo llama. Y mientras más lo pienso, más absurdo lo encuentro. Llevo tiempo planeando comprar la PSP (Play Station Portátil) con la cual de hecho se pueden escuchar MP3. Me imagino dejando botado el I-Pod luego de comprar la PSP. Y es que resulta obvio. Y de hecho no sería la primera vez que me pasa.

Al menos me consuelo pensando en que no soy el único que quiere algo absurdo. En las noticias de Wired hay un extenso artículo que detalla cómo el I-Pod ha invadido el terreno y ambiente laboral de Microsoft. Aunque son la competencia.

Y vamos, que tampoco resulta tan malo comprarse un Nomad o algo así, al menos para que no te molesten en la pega. Pero el aparatito de la Mac tira tanto que ha invadido los jardines de Bill Gates y sus usuarios andan escondidos como escolares.