lunes, julio 11, 2005

Historias de la Red

Hace algunos meses me compré un libro llamado Smart Mobs. Me parece que fue ahí, o tal vez en alguno de esos sitios que hablaban sobre comunidades virtuales que leí algo bastante interesante. Digno de una lágrima tal vez, y de un par de vueltas.

Antonia (nombre aleatorio para propósitos narrativos) era una chica bastante progresista. A diferencia de muchas mujeres, gustaba de jugar juegos en línea y se había hecho particularmente devota de Ultima Online (no recuerdo si ese es el juego, pero ago así era).

Ella, como era movida y al parecer tenía suficiente tiempo como para entrar más de 6 horas a la semana a jugar, había terminado por transformarse en una jugadora experimentada y como tal, comenzó a formar su propio clan.

Lentamente, unidos por simpatías, afinidades, amistades previas o simplemente por feeling, se comenzaron a aglutinar una serie de jugadores que en conjunto intercambiaban objetos, dineros, ganancias, etc. También planificaban eventos, aventuras y mucho más.

Como en todo, hubo generaciones de recambio, jugadores que pasaron y se fueron y otros que a penas y alcanzaron a darle una vuelta. Pero la constante era ella. Antonia. Siempre jefa, líder.

Antonia se preocupaba de todos. Mantenía una agenda, se reunía con distintos sub grupos e intentaba generar ese sentido de comunidad, de saber los nombres, cumpleaños y otros.

Luego de un par de semanas de desorganización, de falta de liderazgo, los jugadores de este clan cayeron en cuenta que les faltaba algo. Antonia no había entrado a jugar hacía días y, dado que no todos se cruzaban con ella todas las veces, habían dejado pasar cierto tiempo antes de notar su ausencia.

Las cosas habían seguido funcionando de algún modo y no fue sino hasta pasado algún tiempo en que la falta de liderazgo se hizo notar.

Algunos jugadores, pocos, decidieron preocuparse de qué había pasado. Comenzaron a indagar sobre Antonia, ver de dónde era, quién era, si estaba enferma o le había pasado algo. Luego de varios días de preguntar dieron con la respuesta. Hacía dos semanas Antonia había fallecido en un accidente automovilístico.

Es curioso. En esta red, este espacio de desconocidos, a veces dejamos pasar el cierre de un blog, el cese de los posteos como parte de la vida. Parte del apestamiento o parte de la flojera. O simplemente creemos que al tipo o tipa no les dió ganas de seguir escribiendo.

Y sin embargo pueden existir grandes historias que nunca llegaremos a conocer o que nunca intentaremos descubrir.

Saludos a Elisiita, que está viva y hace días que no escribía. No pensé nada tan dramático, pero me acordé mucho de esta historia. Un resfrío fuerte, una jornada muy pesada o tal vez una vida más activa que de costumbre nos pueden alejar de estas vitrinas.

Curioso como uno se va a costumbrando a leer en algunos lados con cierta periodicidad mínima.

9 Comments:

At 3:22 p. m., Blogger mili said...

Tienes toda la razón, nunca s eme había ocurrido pensar que detrás de la falta de letras en algunos blogs, pudiese haber una historia así de fondo.
Buen Post, me gustó
Saludos

 
At 6:11 p. m., Blogger Emilio said...

Como diría un cercano por ahí: "Es la vida misma pos lolo"

 
At 6:19 p. m., Blogger Juan Pablo Tapia said...

Supongo que esa es la única condición de los links en mi blogs. Son necesarios y siempre los veo. Es una suerte de compromiso que declaro públicamente o mi mínima curiosidad asegurada.

 
At 10:07 p. m., Blogger Kike said...

A mi me encanta la Web como fenómeno de comunicaciones y de comunidades. Eso de que se vaya transformando en un espacio virtual de reuniòn, conversación, discusión e incluso de fuentes de amistades (hay gente que se ha casado luego de conocerse en la web) es interesante. Cuando menos como fenómeno académico y por qué no, como un hecho que estamos experimentando día a día.

Observar este fenómeno con visión crítica y con atención es hasta más interesante que simplemente dejarse llevar por la corriente.

 
At 12:11 a. m., Blogger Andrea said...

si, si me interesa tu oferta.
como me contacto contigo?
de antemano gracias.

salu2.

 
At 8:19 p. m., Blogger Black Mamba said...

sabes?...a mi me pasó eso con un amigo que hice en mis épocas de Irc. Nos desconectamos un tiempo y después de preguntar por él me enteré de que había fallecido en un accidente. Desde ahí que siempre pienso lo peor cuando alguien del otro lado de la red desaparece.

 
At 9:10 p. m., Blogger Tzade said...

Me llegó al alma. No sólo por la gente desaparecida del blog... confieso que no leía a nadie hasta casualmente leer a Barfly, por un error de trasteo en esto del blog, que dicho sea de paso, no se me da nada bien y a veces me cabreo porque aun no he sabido cómo poner fotos...
Me llegó al alma porque me pregunto por muchas personas que estuvieron en mi vida y desaparecieron de ella sin dejar rastro... pues yo no lo seguí cuando aun había un rastro que seguir. Y yo, que tantas veces me he mudado de casa y he cambiado de móvil y he borrado mi propio rastro. Pasan los años y de pronto reaparecemos y resulta que esas personas llevaban tiempo preguntándose qué fue de tí.
Y me pregunto, desde mi última huída ¿quién me recordó?

 
At 10:08 p. m., Blogger Kike said...

Sí, yo como que tampoco voy dejando mucho rastro. Ahora en mi caso, el tema pasa más por esto de la ilusión de lazos que se crean en los mundos virtuales.

El tema me viene dando vueltas desde hace rato y me terminó de rematar con una animación que se llama .hack// muy buena.

 
At 12:36 p. m., Blogger Sandra Carrasco said...

Buen post es un tema que había dado vueltas en cabecita que pasa si algun día desapareces y ya?, alguien lo notara??... yo había estado media perdida por estos lados pero he vuelto!!
Cariños

 

Publicar un comentario

<< Home