jueves, noviembre 25, 2004

Dioses Mendigos

No puedo evitar pensar en ello. En Dios y Cristo, caminando por esta tierra, repletos de plegarias. En Pedro, Pablo, Magdalena y Alberto Hurtado, recibiendo oraciones a manos llenas.

Tampoco puedo evitar pensar en Thor y Odín. En Pillán y en Quetzalcoatl. Y tantos otros, sentados en la orilla de un camino que no reconoce su glorioso pasado.

Dioses mendigos, antes grandes y poderosos, que hoy esperan una gota, una miga, caída por error de entre algún ritual católico que sin saberlo es pagano.

Porque... ¿Quién es Dios sin nuestras plegarias? ¿Nos castigará y nos destruirá a todos si no rezamos? ¿Y entonces, quién quedará para adorarlo?

Y si Dios es tan grande como para no necesitarnos, entonces ¿por qué habría de escucharnos o ayudarnos?

En un rincón de sudamérica, una chica quinceañera le dice a Dios que le ayude con Antonio. Que si Antonio no la invita a salir, nunca más creerá en él. ¿Y quién se cree esta chica, para amenazar y extorsionar a Dios, usando la fe y las plegarias como elemento de cambio?

Los pueblos más pobres son los que más rezan. Los pueblos más ricos son los que menos ritos y alabanzas ofrecen. ¿Qué nos dice esto? ¿Que nuestra fé está siendo puesta a prueba?

Quiero creer en Dios, en Cristo, en Thor, en Odín y en Tobías. Quiero creer en Hunab Ku, Kukulcán y en Ah Puch. Pero más que eso, quiero creer en que sólo son distintos nombres para las mismas fuerzas que siembre han velado por nosotros. Quiero creer que no hay conflictos divinos y quiero creer en que no anda por ahí un dios maya mendigando plegarias.

Quiero creer que no son ellos los muchos, sino nosotros los necesitados de nombres distintos en cada tierra. Porque ¿quién puede seguir rezando a Cronos, cuando este dejó morir a tu hijo? Mejor darle otra barba, otra ropa y otra cara. Darle otro nombre y seguir rezando. Porque ¿qué mas dá cómo los llamemos, si los que controlan el destino son ellos?


1 Comments:

At 4:18 p. m., Blogger Kike said...

Buena historia. Pero me suena a que uno de tus padres te quizo hacer una jugada por lo de no confirmarte.

Yo no creo mucho en la iglesia, ni en el papa ni en los apóstoles. Tampoco creo que Cristo haya sido el hijo de Dios, cuando mucho un enviado.

Lo que si creo es que a pesar de las maquinaciones e intereses de poder, allá arriba hay algo. Y aunque no nos cuide, nos dejó esta caja de arena, donde jugamos, hacemos tortas de barro y comemos tierra.

 

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