lunes, noviembre 29, 2004

Desesperanza

Me mata esto. El gran proyecto que estaba sacando adelante, Desenfocados, parece estar marchitando y aproximandose a una muerte segura. Otra muerte punto com. Y aunque he hecho todo lo que está a mi alcance (escribir y escribir a diario) no puedo con el resto.

Una banda no funciona con un sólo músico. Y aunque a veces llegan invitados a los ensayos, ahora que viene la función, no se presenta nadie más.

Desenfocados está muriendo y me da lata. No hay hosting. No hay ganas de traspasarlo y mi presupuesto, estrecho, no me permite mantenerlo a flote cómo y dónde se debiera. Para qué hablar de mis inexistentes nociones de programación, configuración y seteo del programa.

Me da rabia y no se qué hacer. Ya no tengo a quién decirle nada, porque creo que hace rato que me quedé sólo en el barco. ¿Me quedará saltar al agua y nadar hacia cualquier orilla? El conductor del bote hace tiempo que se marchó.

No se qué hacer, qué haré. Escribir en desenfocados mantenía mi cordura. ¿Qué será de ella, ahora suelta y sin freno? ¿Me dejará sólo junto a la locura?