sábado, enero 01, 2005

Crónica de un Pucho Rechazado

Algunos hacen resoluciones de año nuevo. Yo decidí dejar de fumar. Justo para año nuevo. No fumar el 2005. O algo así.

Hoy fué mi primer día. Mi primera madrugada.

El año nuevo lo pasé en el Hipódromo Chile, en la Open Blondie. Sin fumar. Y, como era de esperar, estuve un poco irritable, intolerante, y asfixiado de algún modo. No quería estar ahí, mucho menos pasar toda la noche con la camisa que llevaba. Pero de algún modo, no tuve necesidades urgentes de fumar ni nada por el estilo. Simplemente no tuve esa sensación apremiante de fumar un pucho.

Y todo pasó tranquilamente. Hasta hoy. Ni siquiera después de almuerzo me bajó el deseo autodestructivo de fumarme un pucho. Pero en la tarde... ahh.. la tarde. Tipo 7:30 de la tarde, para tomar once, preparamos unos completitos en la casa. Y me comí dos. Y justo después de los completos, me dió un arrebato. Una modorra, flojera y relajo. Y justo ahí, las ganas de fumarme un pucho casi me desgarraron, como intencionalmente, en mi momento de mayor debilidad.

Pero pasó.

Sea este pues, el día uno, en la crónica de un fumador redimido.