domingo, diciembre 05, 2004

Estadísticas y Estupidez

Según las estadísitcas, una de cada 10 personas tiene una mente limítrofe. Vale decir que está en el limbo entre la cordura y la locura. Entre la inteligencia y la estupidez.

¿Han mirado al rededor para intentar adivinar de quién se trata?

Y ojo, que no es cosa de tener trabajo o no tener trabajo. No es cosa de tener o no novia. Tampoco es cosa de que te guste o no leer historietas. Pero vamos... no conocen a nadie que en realidad guste... DEMASIADO de los cómic? O por otro lado, no conocen a nadie que hable un poco raro, cuyas habilidades sociales son cuestionables y por algún extraño motivo no puede salir de un tema específico de conversación? Alguien que si se le habla sobre otra cosa, prefiere callar y buscar el momento para introducir SU tema?

¿Y qué tal esa persona que repentinamente sugiere hacer algo que tu inicialmente crees que es broma, pero luego de menos de una fracción de segundos te das cuenta que el tipo o la tipa lo están diciendo en serio?

Busquen... miren a su lado.

¿Alguno encuadra? Pues ahora preocúpense. Porque es probable que en el resto de las personas que les rodean existan casos de violencia intrafamiliar, de fetiches sexuales, de desviaciones de la personalidad y de conductas extremas. Y eso es entre los que son normales.

¿Qué hay de Spiniac? Un tipo normal, regular. Con plata, empresas, conexiones, contactos y un futuro prominente y asegurado. Sin embargo, descubrió en algún lugar del mundo que su vida era más plena cuando disfrutaba de ciertas particularidades sexuales. Descubrió que con hombres lo pasaba mejor que con mujeres. Descubrió que con jóvenes lo pasaba mejor que con hombres.

Vamos... piensen por un momento que el tipo, a los 50 o 60 años, nunca, y quiero decir NUNCA, había disfrutado plenamente su sexualidad. Hasta que descubrió que no tenía que ser normal. O mejor dicho, hasta que descubrió que podía no ser normal.

¿Y saben qué? El tipo descubrió que, en Chile, había OTROS como él. Y que con ellos podía hacer fiestas.

Ahora miren nuevamente a los que conocen.

¿No habrá por ahí algún pedófilo? ¿No habrá por ahí un padre que tocó "casualmente" los senos de su pequeña hija? ¿No habrá por ahí alguien a quien le gusta sentir la orina en su piel, o que se exita con los sonidos vaginales, sean o no vaginales?

¿Han visto los rostros de los asesinos en sierie? Lentes, gorditos, a veces un poco calvos, otras, de pelo largo. ¿Conocen a alguien así? Vamos... Chile está lleno, y creo que si no fuesemos tan reprimidos y tan pocos, ya habría más de algún caso anual y famoso.

Y qué tal si bajamos un poco y vemos al que sale a carretear contigo, pero es capaz de robarte un negocio si lo considera bueno? Negocios son negocios compadre. Que tal el novio que te mira a la cara y te dice "yo nuuuunca mi amor", pero tu lo viste con tus propios ojos. Vamos... se trata del tipo que tal vez pasó la noche contigo. El tipo que invitaste a tu casa. El tipo con el que compartes tus experiencias. El tipo que le presentaste a tus padres. El tipo que te miente...

¿Es tan malo ser tonto? ¿Es tan malo ser limítrofe? Mejor estar en el límite, antes que estar definitivamente pasado de la frontera.

Yo... veo weas... y veo weas en serio. Me hicieron un Test de Rochard y vi muchas cosas. Pero claro, después de todo, en ese test hay manchas negras, con forma. Y uno interpreta esas manchas negras acorde a las experiencias que ha tenido y acorde a lo que sabe.

¿No es lo mismo acaso que estas letras? Porque son todas manchas negras, que producto de un acuerdo y una educación hemos decidido interpretarlas de alguna forma en común...

¿Y qué si somos todos diferentes, locos, limítrofes o volados? Mientras podamos concordar en ciertas cosas y nos entendamos, da lo mismo el resto.

1 Comments:

At 1:06 p. m., Blogger Kike said...

Mmm.. complicada la pregunta. Considero que tengo algo de paranóico. Algo de esquizofrénico. Algo de autista. Tal vez un poquito más de lo normal y eso me haría entrar dentro de la categoría de limítrofes.

Pero la verdad es que conozco gente que está en ese límite extraño (o eso creo) y ahí se me escapan las dudas y se que definitivamente estoy dentro del rango de gente normal. O sea, en comparación con cierta gente (y vamos, que conozco gente que se la pasa jugando rol 24 y más horas seguidas) cualquier rareza mía no es nada.

 

Publicar un comentario

<< Home